lunes, 15 de abril de 2013

*LA FOTOGRAFÍA QUE NUNCA HICE VII*



En el mundo de la fotografía, entre nosotros los fotógrafos, hablamos mucho del famoso "instante decisivo".
Herencia que nos dejó el fabuloso Henri Cartier-Bresson , ese instante que viene a nosotros fotógrafos y en el cual "colocamos el ojo, la cabeza y el corazón en un mismo eje".
Pues a menudo, cuando paseo por la calle y no llevo la cámara (nosotros también tenemos que descansar) parece que esos instantes decisivos se ponen de acuerdo y llegan a mi todos de golpe. De repente, me encuentro escenas curiosas, dignas de ser congeladas para siempre y colgarlas de por vida en un corcho en la pared de tu casa.
En esos momentos pienso "Mierda! Me la tendría que haber echado"...
Pero te das cuenta que es sólo un espejismo, un efecto secundario de tu pasión por la fotografía, un síndrome de abstinencia por la falta de cámara...
Ya que cuando comienzas a hacer "Click!" con ella, se convierte en adictiva y no puedes parar, y te pasarías el día entero haciendo "Click", disparando momentos, olores, colores, sabores y sensaciones y coleccionándolos sin cesar en tu propio archivo de soñadora.
Eso es la cámara, SOÑAR... Buscar superarte cada día y no poder parar de crear...

A continuación os dejo la famosa fotografía de Cartier Bresson que mejor define ese "instante decisivo"...



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